Este libro se halla en la tradición de las obras basadas en la transformación mágica del protagonista y se conoce también con el título de La metamorfosis. Según algunos críticos, se trata de una narración juvenil de Apuleyo, pero otros opinan que fue compuesta en plena madurez, después de su proceso por magia.
Es una fábula rica en episodios, muy movida y muy variada, sobre las inacabables desventuras el joven Lucio, que fue transformado en asno por error, y en vano buscaba las rosas que debía masticar para recobrar la forma humana.
Por su realismo, algunos consideran El asno de oro como una sátira de costumbres.
Apuleyo (s. II d. C.), africano, como muchos escritores latinos de su época, abogado brillante y viajero empedernido, escritor en prosa y verso, manipulador de todos los géneros literarios, filósofo "platónico" por dedicación y mago por acusación, espíritu curioso e inquieto como los mejores de su tiempo, nos dejó, para deleite de las generaciones, alivio de caminantes y entretenimiento de filólogos, la mejor novela (hermana mayor de todas las "milesias" antiguas) de toda la antigüedad clásica. Su Lucio, el protagonista, disfrazado bajo las largas orejas y la piel coriácea del asno más inquieto e impertinente que ha recorrido senderos de Tesalia, ha sido testigo de todos los dolores del corazón humano y ha sufrido, en su carne, el efecto de todas las injusticias, pero, al final del camino, ha encontrado la paz entre los brazos de Isis, la diosa que responde a todas las advocaciones y subyace bajo el nombre de todas las diosas.
He aquí una obra que, siguiendo la recomendación, hoy tan en boga, de la lectura plural del texto, presenta múltiples lecturas. En todas ellas el entretenimiento y el solaz, como dice el protagonista al comienzo de su andadura, están garantizados.