La idea de publicar Conversando con Marcel Duchamp de Pierre Cabanne, editado originalmente en 1967 con el título Entretiens avec Marcel Duchamp, surgió a partir de que un amigo me regaló Dialogues With Marcel Duchamp, la versión en inglés de esta entrevista, advirtiéndome que disfrutaría cada una de sus páginas. Entonces le pedí ayuda a algunos amigos para hacer la traducción. El contenido fue traducido por distintas personas, con distintas tipografías, en diferentes circunstancias, ciudades y países. Por ejemplo, María Gutiérrez hizo la traducción de “Vivo la vida de un mesero” en el metro de Nueva York, durante su trayecto diario de regreso a casa. Richard Moszka tradujo un fragmento de “Una ventana hacia otra cosa”; Manuel Rocha hizo lo propio en su buhardilla parisina tlalpeña. Laureana Toledo se encargó de “A través del Gran vidrio”, en Oaxaca, y Abraham Cruz Villegas de “Me gusta más respirar que trabajar”, en su natal Ixtapalucan. La elección de la tipografía fue de cada traductor; y también fue su decisión usar el pronombre “tú” o “usted” como la voz con la que Duchamp y Cabanne se refieren el uno al otro. Este ejercicio de apropiación me pareció una forma de traer a nuestro lenguaje a un nuevo habitante: Marcel Duchamp.