Más que nada en el mundo a Bety le gusta ser útil. Un día cuando se divertía chapoteando con los demás hipopótamos, se escuchó un grito..."¿Se atoró en un árbol un pobre monito? ¡Ése es un trabajo para mí!" "Espera, Bety, los monos saben... " le dijo Arturo, el mayor de los hipopótamos. Demasiado tarde, Bety ya se alejaba corriendo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1996. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.