En el verano de 1971, Carlos, un boxeador venido a menos y apodado El Rey Lagarto, escucha en la radio la noticia de su muerte. Astrid, su amante y mecenas, trata de convencerlo del absurdo. Esto desencadena un drama que recorre tiempos y espacios diversos, los cuales, pese a su compleja intrincación, ponen en escena un único lugar y momento: el de la escritura. Alfredo Lèal, fiel a su poética que ha desarrollado en otros géneros como la novela, el cuento y el ensayo, escribe en Larga vida al Rey Lagarto una pieza expresionista que alegoriza sobre el acto creativo, donde la autoficción y los recursos propios del teatro hibridan en busca de una forma artística; dicho con mayor precisión, en busca de la forma literaria.
Mariano V. Osnaya
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2018. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.