Este es el primer libro de Roberto Calasso, uno de los más grandes personajes de la literatura y del pensamiento de todos los tiempos. Como él mismo cuenta, éste es «un libro atípico. Lo escribí en una fiebre, en tres semanas, cuando terminaba de editar los escritos del propio Schreber, Memorias de un enfermo de nervios. Nunca me había pasado nada igual, nunca volvió a pasarme». Sin embargo, en El loco impuro ya se encuentran los temas que Calasso desarrollará más tarde en todos sus otros escritos: la presencia de lo divino y de los dioses en el mundo, así como las relaciones casi siempre violentas e infieles entre aquéllos y los hombres. Pero, sobre todo, la manera en que los dioses se comunican con los mortales, es decir: enloqueciéndolos. Calasso recrea, en forma de novela, el intrincado evento que vivió el que fuera presidente de la Corte de Apelaciones de Dresde, Daniel Paul Schreber, con Dios, durante el período en el que estuvo internado en el Hospital Mental de Sonnenstein.