Poema de madurez, Viernes ajenos regresa a lo vivido, no para recuperar el tiempo, porque no se ha perdido, sino para profundizar –y disfrutar, ahora consciente y plenamente– la experiencia misma que se vivió en su momento con la claridad que, también ahora, le permiten la distancia y los años.
Este poema refleja, así, la madurez no sólo de las vivencias sino de una expresión lírica más libre, más abierta y, a un tiempo, más rica.
Mariano Ortega, mexicano, norteño en El Bajío, ha publicado previamente ensayos y poemas.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.