La primera palabra que se me ocurre para referirme al libro Poesía insolente, de Miguel Soto, es analecta, tomándola como una selección de trozos de la historia de la sombra, desplazándose desde los pistones de los versos. Trayecto seguro al que será sometido hasta el más renuente. Tanteo el peso del libro como si fuera báscula. Diremos que lo negro pesa profundamente, materia densa de la que formamos parte muy íntimamente; llevando, en este caso, el libro soto, como linterna. El verso que nos administra es más efectivo por su ductibilidad métrica, la natural música de la palabra con la que tocamos el latido de avenidas, bares y el deambular de la perra nostalgia de la noche.
ROBERTO LÓPEZMORENO
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.