Islas minúsculas donde sólo caben un náufrago y su pareja, reos que exigen la visita del barbero. Esas son algunas de las situaciones que Ros ha inventado en para decirnos que lo cómico nos acecha en todas partes, en medio del combate de la vida diaria. En Bajar la guardia, Ros traspone con maestría el espacio de humor ligero a una vorágine de humor macabro, cuyo resultado revela que, a fin de cuentas, humanos somos y vergüenzas pasamos todos.
“El humor de Ros sí tiene una víctima, y una infinitamente más grande y real que el político en turno: uno mismo”
Eduardo de la Garma, Sada y el bombón.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
Ilustración de Graciela González Blackaller. México, D. F.: Tumbona ediciones (Anfibios).