Este libro es una exploración lírica sanguinolenta, de duros e invasivos cateterismos, a veces, incluso, ante una fractura que soldó mal, se rompe el hueso de nuevo para enderezarlo. En este primer poemario, Alicia Camposalas no concilia versos suaves, solo poesía a rajatabla, un durísimo ajuste de cuentas consigo misma. Si bien solemos relacionar la poesía con lo no dicho, con lo secreto, lo indecible, con la eterna aspiración al silencio, Cicatrices en la boca desafía esto y deja claro que hay cosas que la poesía no sabe callar.
Las heridas sanan, las cicatrices no. Hay que mostrarlas con dignidad, hay arte en eso porque son la escritura del dolor. Este libro donde Alicia Camposalas y la poesía buscan salvarse mutuamente, habla con voz propia.
Víctor M. León Leitón