Un locutor es asesinado mientras cuenta una historia de terror; el poste de luz se apaga justo cuando pasas debajo de él; Epifanio se siente una caca de perro secándose al sol; Kripke no puede salir de casa, le parece muy peligroso; un hombre es el encargado de traer café y galletas en un edificio de oficinas hasta que llega una changuita entrenada y lo reemplaza; un gatito se acurruca en el pecho de una mujer que espera un amante; Pedro elige el azul marino porque era el único color en rebaja que cubría las manchas de sangre.
Enrique Ángel González Cuevas narra dieciocho historias que viajan desde la ternura, el temor y el hastío hasta la sorpresa y la risa íntima entre lo que podemos pensar y decir. Estos cuentos nutren la sólida tradición literaria de la brevedad y lo fantástico.