Volver a nuestro pasado para poder reconocernos en el presente siempre ha sido una manera de valorar la historia personal y la del terruño donde crecimos. En Espíritu Mexica Janitzio no sólo vuelve al pasado prehispánico que nos dio origen para ser la nación que actualmente somos. Desde el inicio presenta una dedicatoria a su padre porque a él debe su gusto por la historia, con lo que el poeta asume agradecido sus raíces personales.
Mediante poemas de diversas extensiones (la mayoría breves) y sabia intuición, el poeta presenta ecos de otro tiempo que han permanecido hasta nuestros días, lo que ha privilegiado Villamar en sus imágenes coloridas de una ciudad mexica (hoy Ciudad de México) viva, bullente, religiosa, sacrificadora de hombres; que reescribió su historia tomando prestada la de los toltecas para imponer su hegemonía a los pueblos mesoamericanos y que la volvió a escribir en la Colonia.
En consonancia con su poética, Janitzio continúa de manera más moderada con sus combinaciones de alteración sintáctica y repeticiones silábicas que es ya parte de su estilo, con el que renombra e integra de nuevo ese pasado indígena cuyos rasgos mestizos descubrimos a cada paso hoy. Espíritu mexica representa la renovación de una filosofía poética que se sostiene en la persistencia de la memoria desde el principio de los tiempos.
No duda cabe que en la etapa neoliberal global que vivimos impone hacer un recuento del pasado que nos ha forjado, como con nuestras lenguas indígenas que, en su fonética, en sus imágenes, contienen una filosofía cosmogónica de siglos que no se ha resignado a desaparecer y que se descubre poco a poco en la poesía de Janitzio Villamar cuando nos recuerda la muerte tan presente como la vida en el México prehispánico; los vocablos náhuatl que indicaban nobleza o jerarquía; las enfermedades de la conquista y el sincretismo de aquellos y estos días.
Al igual que con Calakmul y otros cuentos de terror del mismo Villamar, donde se nos presenta el pasado prehispánico estrechamente vinculado al presente, en el mundo poético del Espíritu mexica encontramos resonancias del México Prehispánico que requieren de nuestra atenta escucha para enfrentar con un mejor espíritu los retos de este siglo XXI.
Gloria Zaldívar Vallejo