En este libro se entretejen dos líneas narrativas: una, testimonial, que incluye las vivencias de Gonzalo Martínez Corbalá como actor de algunos episodios relevantes de la historia de México y América Latina, y otra, no menos valiosa, que nos devela los pensamientos y los sentimientos de un hombre comprometido con su país y con su tiempo.
Escenas de "La decena Trágica", en las que Martínez Corbalá recupera la participación de su padre y nos ofrece un lúcido análisis de ese período de nuestra historia; nos permiten dimensionar la forma en la que el general Lázaro Cárdenas supo aprovechar una coyuntura internacional para salvaguardar el patrimonio y los intereses nacionales de los embates de poderosas fuerzas internacionales. De igual manera, sus estancias en Chile y Cuba permiten al entonces embajador de nuestro país analizar y comparar las que han sido, sin duda, dos de las experiencias más relevantes que ha vivido América Latina en términos de la construcción de sociedades comprometidas, por sobre todas las cosas, con la igualdad y la equidad.
Pero más allá de mostrar su enorme capacidad analítica, el libro de Martínez Corbalá nos permite a lo largo de estas páginas, entrever un plano más íntimo, más personal, de las relaciones humanas: el de la amistad y la lealtad que, en discretas pinceladas reflejan la calidez y la calidad humana de algunos de los grandes hombres de nuestra América, como Lázaro Cárdenas, Salvador Allende o Fidel Castro.
No aspira a ser este un recuento unitario, lineal y totalmente articulado; lejos de ello, surgido en buena medida del tintero de los recuerdos, este libro se integra al legado de un hombre de pensamiento y acción en favor de los pueblos de América Latina que, después de un largo y fructífero camino hace suya la voz de Pablo Neruda y nos dice: "Confieso que he vivido".