Cuando el periodista Gabriel Santoro publicó su primer libro, no pensó que la crítica más destructiva fuera a ser escrita por su propio padre.
El tema parecía inofensivo: la vida de una mujer alemana que llegó a Colombia poco antes de la Segunda Guerra. Pero el padre de Santoro se sintió traicionado. ¿Por qué? En el libro hay algo que Santoro no había previsto. Entre las frases se esconde un secreto.
Ahora Santoro ha empezado a descubrir cuál es. Mientras se interna en el corazón de la vida de su padre, mientras revela los secretos del presente, otras cosas irán saliendo a la luz: las formas en que la guerra que ocurría al otro lado del mar invadió la vida de quienes estaban de este lado; los sucesos de la década de los cuarenta, cuando el compromiso colombiano con los Aliados y el poder de los Estados Unidos hicieron que muchos alemanes, italianos y japoneses fueran confinados en campos de concentración de lujo y despojados de todas sus propiedades.
Los informantes es una apasionante historia de traiciones privadas y públicas, de tensiones familiares que abarcan a toda una sociedad. Pero es, sobre todo, un examen sin concesiones de uno de los episodios más ambiguos y menos explorados de la historia colombiana reciente.