Filosofando con los niños busca no sólo que sigas a los filósofos cuando éstos preguntaban por lo que les pasaba o por lo que le pasaba a su mundo, sino que empieces tú a filosofar por cuenta propia, al preguntarte por lo que te pasa y lo que le pasa al mundo que te tocó vivir.
Así, los debates y las preguntas de los filósofos a lo largo de la historia, los argumentos que se lanzaban como flechas, serán las flechas y las preguntas que lanzarás sobre tu mundo, y se convertirán en las semillas que al dar fruto le regalarán una flor a tu mirar: Filosofando con los niños quiere que te conviertas en un filósofo de verdad, en un filósofo que no renuncia a hacer de la filosofía algo vivo, una melodía a la vez alegre y profunda, el canto de un pájaro, el misterio de una montaña de plata, un bello reencuentro contigo mismo, que es la propia esencia del filosofar.