Los relatos que componen la presente obra se inscriben como lúcida continuación de la tradición oral jalisciense. Trascendiendo el conocimiento de historias o anécdotas, y de usos lingüísticos propios de esta tierra, constituyen ‒según apunta Gutiérrez Vega‒ la muestra de una cosmovisión. Gómez Padilla nos entrega estas denominadas historias de azoros, desde una óptica amena y entrañable: un caleidoscopio de interpretaciones de la realidad, enraizadas en nuestro espacio geográfico. Representan, entonces, por una parte, el rescate y reivindicación de la diversidad, tratándose de las perspectivas de estar y ver el mundo, y un modo de mantener viva la memoria.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2020. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.