La ciudad de Córdoba es donde finalmente se asentaron las familias Bueno Torres, Bueno García y, más adelante, Bueno Lázaro, para atender las necesidades de sus hijos de un clima saludable y escuelas, entre otros servicios. Córdoba era entonces una pequeña ciudad provinciana, donde casi todas las personas se conocían. Esto permitía vivir en un ambiente cercano al familiar.
En ese lugar es donde ocurre la historia que voy a contar a partir de recuerdos propios e historias oídas. Algunos de mis recuerdos, a decir de Rosalba mi hermana, son cosas que no ocurrieron como tales, pero yo pienso que cada quién recuerda lo que puede y, por eso, cada quién tiene una historia diferente que contar aunque los personajes sean los mismo.
Juan, el mayor de los hijos hombres Bueno Lázaro, escribe desde su punto de vista sus memorias de cuando fue ranchero y más tarde se convirtió en político. Así, vaya mi historia y ojalá, como dicen los árabes, otros miembros de la familia escriban sus propias historias de los Bueno Lázaro.