En un país como el nuestro, pródigo en paisajes naturales y humanos retratados con abundancia durante el siglo XIX, extraña no encontrar hoy en día una literatura igualmente copiosa que lo describa, acote y reflexione sobre él. Juan Villoro (ciudad de México, 1956) surca este panorama como una rara avis que hila en esta obra el sabor tradicional de los libros de viajes con observaciones jocosas y ácidas –a veces también irreverentes– en torno a la vida cotidiana, las costumbres y la dilatada historia de la península de Yucatán.
Villoro dosifica sabiamente la información libresca (Landa, Stephens, Thompson) para que destaque por su originalidad esa prosa amena e inteligente que desde hace ya algunos años lo define como un joven maestro de las letras mexicanas.
Libro de contrastes, Palmeras de la brisa rápida revela mucho más que pirámides mayas: hay en sus páginas héroes epónimos, personajes populares, tertulias meridianas, el arte de los troveros y la no menos estética danza de los luchadores… Literatura-coctelera que todo lo mezcla sin abandonarse al relato sentimental porque busca compartir con el lector las experiencias que, en un mes de correrías, le propusieron no “un estilo de viaje sino el viaje a estilo”, según expresión del autor.
Con este volumen, Alianza Editorial Mexicana inicia una colección de relatos de viajes que pretende cubrir las notorias ausencias en este género.
Palmeras de la brisa rápida es un diario de viajes con destino emocional; un recorrido memorable por ese país dentro de un país que es la Península de Yucatán. En este viaje literario, heredero de añeja tradición libresca, JUAN VILLORO conjunta la invención del mito con la certeza histórica, el artificio literario con la virtud del testimonio llano, la exactitud de la crónica y el fulgor de la escritura personal.
Palmeras de la brisa rápida es un diario de viajes con destino emocional; un recorrido memorable por ese país dentro de un país que es la Península de Yucatán. En este viaje literario, que es heredero de añeja tradición libresca, Juan Villoro conjunta la invención del mito con la certeza histórica, el artificio literario con la virtud del testimonio llano, la exactitud de la crónica y el fulgor de la escritura personal.