Tres momentos se propone Leopoldo para traducir el mundo poético que le rodea. El primero parte de una pregunta: cómo hace el poeta para domar, refrenar, domesticar o convencer a las palabras, para cortar el verso a la medida del alma. Canto vital es la poesía, soplo de vida. En un segundo momento el poeta canta y filosofa. Canta al mismo tiempo que reflexiona. Las palabras quieren alcanzar lo nombrado, el mundo y a la amada; es el territorio del tercer momento, donde el futuro llega como destino previsto. Esa la va intermitente que viene del interior del alma es también fuego que habrá de navegar se.
Eduardo Langagne
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2003. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.