Libro de temática y registro heterogéneo, Flor de piel recurre a formas clásicas canónicas que se mezclan sabia y fluidamente con otras más contemporáneas, menos estrictas pero eficaces para expresar emociones y alusiones autobiográficas.
Nueve secciones integran este poemario y dan cuenta de los temas que han distinguido, desde sus inicios a la escritura de Sandro Cohen. En este conjunto destacan ahora la precariedad de la existencia, su flujo incesante e irreparable; la muerte ineludible; el poder de la palabra y su enigma; la conciencia social; los cómplices de vida; la familia; las aficiones del melómano y la música como textura del futuro; el viaje en dos ruedas; la nostalgia por las ciudades habitadas.
No es la visión abismal lo que caracteriza a estos textos, sino el atisbo emocionado de quien llega a la meta al final del sendero.
Exaltación de la dicha sencilla, ajuste de cuentas y elogio de la vida, en estas líneas preñadas por la sensación de que "esto, en esencia, se acabó", Cohen nos muestra las posibilidades inagotables de una poética depurada, contenida y precisa.