Enciclopedia de la Literatura en México

Nieve de mango

Parece extraño cómo una sola frase puede hacer que todo cambie. Sabemos que la vida es corta y la muerte, por consecuencia, extensa. Desconocemos casi toda actividad que realizan los muertos, ¿Qué carajos soñarán cuando duermen? Algunas ocasiones cuando regreso a casa imagino que vuelvo de un agotado día de estar muerto. ¿Se cansarán los muertos? Paul Medrano tuvo la necesidad universal de querer escribir un cuento donde la última frase fuera «la de mango». Quizá sólo tenía la intención de escribir para contarnos la verdad sobre el mundo, sobre los sueños, sobre la escritura o sobre las peripecias de un periodista al que le encantan los mangos. Quizá no. Tal vez sólo imaginamos que nos encontramos leyendo una parte de la historia verdadera que nos quiso ocultar, como si por la mañana llegara el periódico sin letras impresas, sólo las fotos y algún anuncio de Squirt. Era quizá una historia muy sincera sobre los sentimientos, un incongruente fin de algo que no tenía tanto sentido, como esperar una beca en los trópicos mientras escuchas a Chalino Sánchez. Sabemos que algo puede suceder en un momento en que nos damos cuenta que no ha sucedido nada aún. De pronto un corredor se cae o tal vez sólo ha sido una ráfaga. Nada de esto es una receta para cocinar historias. Es hora de que inicie la función.

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2017. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.