Afuera la ciudad vibra, se agita, trabaja y vive confiada y alegre de muy peculiar encanto. Pienso que aquellos muertos que allí descansan fueron lo mismo que un día, con sus esfuerzos y afanes, poniendo todo su amor, inteligencia, saber y empeño a su servicio, muchas veces a costa de grandes sacrificios; hicieron los cimientos y poco a poco levantaron la base y el cuerpo de todo lo que es hoy esta hermosa y adelantada ciudad de Chihuahua.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.