Con mirada llena de asombro, una criatura extraterrestre camina sobre la Tierra. Sus potentes sistemas registran con detalle lo que las adormecidas mentes de los habitantes de las ciudades han dejado de percibir. Tales revelaciones lo llevan a escudriñar todos los lugares donde la especie humana ha dejado su huella.
Manejando con destreza la tecnología de su lejano planeta, el extraño visitante burla los sistemas de seguridad que custodian los arsenales culturales y científicos y los transfiere a velocidades meteóricas a su inagotable cerebro electrónico. Pronto se da cuenta de que el mundo coherente y lógico que se expresa en sus lenguajes no corresponde a la vida real de los hombres y las mujeres, cuya conducta social se desarrolla en un desordenado cúmulo de irresponsabilidad individualista.
Los conceptos que van formándose en el pensamiento del protagonista lo llevan a conclusiones aterradoras: todo parece indicar que la destrucción ecológica alcanzada en nuestro planeta durante los últimos cien años es superior a la sufrida en los mil años anteriores. ¿Qué sucedió en este trágico siglo para que el reloj de nuestro destino colectivo haya iniciado una cuenta regresiva hacia la extinción?
Una estrujante profecía y una velada amenaza viajan a distancias de años-luz en los mensajes del atribulado viajero: "Si por alguna razón desconocida la especie humana se extinguiera, en trescientos años la superficie terrestre volvería a ser un enorme jardín, pleno de belleza y lozanía."