"Juro a Dios y todos los santos del cielo, decir verdad en todo lo que voy a decir, para descanso de mi alma".
Así comienza la carta con la que Don Antonio Villarreal Cháirez revela el secreto de una cueva que guarda en sus entrañas un tesoro, y que da origen a la leyenda de la cueva del conejo. Intercalando literatura, historia, leyenda y crónica, con el estilo y sabor de las leyendas de tradición oral, esta novela entrelaza el mito con el relato de las aventuras de los primeros habitantes indígenas de la región del Río Conchos, los pioneros que conquistaron el territorio de la Hacienda de San Marcos, y las gentes que de alguna manera se relacionaron con la cueva, su tesoro y las condiciones de su posesión. Así, la leyenda sirve de eje para narrar el relato fundacional de un pueblo del norte de México: Saucillo.