Miguel Ángel Ascencio nació en Arandas, Jalisco, en 1949. Poeta, narrador y periodista, tiene estudios de comunicación y sociología, entre escolarizados y autodidácticos. Corrector de estilo en el antiguo Departamento Editorial de la Universidad de Guadalajara (1978-87), en la Dirección de Publicaciones de la Universidad de Colima (87-90) y en la Oficina de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara (desde 1997). Miembro del consejo editorial de la revista Amoxcalli y de Mantis editores, y socio de la Asociación de Autores de Occidente. Ha publicado Con esta voz me gano el arrullo (Universidad de Guadalajara, 1995) y Liturgia de la sed (Ultravioleta, 1998).
El juego es parte importante en la vida, elemento de formación y distracción para hombres y mujeres. Basta recordar las reuniones con los amigos de niñez y de adolescencia para comprender su verdadera dimensión: los juegos con las canicas, baleros, trompo; los de mesa o cuando las niñas brincaban la cuerda, el bebeleche o abrazaban a sus muñecas.
En este libro anida la nostalgia, pero no la decrépita, sino la que encamina al recuerdo valioso, al recorrido por el campo verde o a veces árido, por la vertiente de los ríos y las peripecias del pueblo. La escritura, tierra y poética de Miguel García Ascencio, da vida a los personajes de la lotería. Juega con ellos: de lo amoroso a la ironía, "se va y se corre...", dice el "gritón" de Miguel. Y los personajes nos indican "las que van saliendo". Con ellos apostamos la memoria, el juego de leer y vivir sus emociones y, tal vez, de ganar otra vez una infancia que creíamos lejana. Pero no olvidemos el aviso: Favor de no borrar.
Alejandro Silva Márquez