Si bien los poemas incluidos en Malalengua pertenecen a distintos momentos del autor, presentan un denominador común: dinamitan el decir convencional y logran construir uno personal. Hay textos surrealistas, eróticos, narrativos, y no faltan los concentrados como un hoyo negro. En cada uno se empeña en potenciar la expresión. Aguirre escribe “por encima de toda gramática”, como lo afirma en algún lugar del libro. El poeta pone en juego su arte de demiurgo para llevarnos a la experiencia estética extrema, de manera que por momentos nos invade la sensación de que nos habla en todas las lenguas, en ninguna lengua: en leguas.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2017. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.