Estela Torres asume la escritura como una necesidad, un impulso incontenible que desborda sonidos y palabras buscando trascender, encontrar en un cruce de voces antiguas, crónicas del día, sonido del viento y fragmentos de silencio, la expresión poética personal que se eleve como un rezo hacia la eternidad y la libere de una búsqueda angustiosa, atrapando migajas de eternidad en su poemario.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2002. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
