¿Por qué el desacuerdo en la forma de romper un huevo -por el lado ancho o angosto- puede urgir a la guerra a los liliputienses de zapatos de tacón alto contra los de tacón bajo? Esta pincelada de Jonathan Swift, en Los viajes de Gulliver, satirizó la religión y la política de su tiempo. Con el mismo propósito, Alejandro Badillo presenta 69 minificciones en Crónicas de Liliput, pequeñas metáforas de la sinrazón de nuestra época: HASTA EL ÚLTIMO INSTANTE / Durante la Gran Depresión cientos de inversionistas se arrojaban al vacío por la crisis financiera. Mientras caían especulaban con el dinero de sus seguros de vida".
Badillo mantiene -como en obras anteriores- un trabajo celoso con el lenguaje; no excluye los finales sorpresivos, pero tiene preferencia por lo perdurable más allá de la lectura: después de cada minificción, una idea por revelarse quedará como escozor en los pensamientos de los lectores cómplices que no se conforman con el chiste fácil. Es así como Alejandro Badillo agrega la ficción breve a sus publicaciones de novela y cuento.
