Emociones sitiadas, ubicadas, atrapadas con necesidad de articularse. El autor las nombra con los matices exactos; eso es lo que nos ofrece Alejandro Mayagoitia en Asedios.
“La prosa camina, la poesía baila” dijo Paul Valéry. Asedios baila a un ritmo acelerado, a veces pausado, pero siempre intenso. Aquí los versos apelan a la entraña, la sensualidad, el dolor, el goce, hasta escuchar palpitaciones. Desciende a lo cotidiano y en un suspiro nos lleva a lo desconocido.
Paladeamos una variedad léxica y de conocimientos. El autor nos brinda letanías, poemas breves a modo de haikus, y en ellos versos libres. Sumergido en sus emociones, las disecciona, las palpa y nos la brinda en poesía.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2017. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
