Rosario Castellanos (1925-1974) encontró en el ensayo el medio adecuado para sistematizar su pensamiento sobre temas que le preocupaban intensamente y que aparecen también en sus novelas y cuentos: la condición entre explotador y explotado, la situación de la mujer en la sociedad y el estudio de la creación literaria.
De la escritora dice José Emilio Pacheco: "nadie en este país tuvo, en su momento, una consciencia tan clara de lo que significa la doble condición de mujer y de mexicana, ni hizo de esta consciencia la materia misma de su obra". Así, los juicios comprendidos en sus libros de ensayos: Mujer que sabe latín... (1973) y El mar y sus pescaditos (1975), oscilan entre la crítica literaria y el planteamiento de los problemas que enfrenta "el segundo sexo".
Los ensayos que reúne Jucios sumarios aparecieron entre 1960 y 1965 en publicaciones periódicas y en 1966 la Universidad Veracruzana los publicó bajo este título. Son juicios breves y ágiles que revelan las pasiones de Rosario: atracción por lo indígena en "La economía de Tenochtitlan"; admiración por sor Juana —"suma de conocimientos y estructuras mentales de su época"-, análisis de la poesía mexicana. Sus agudos juicios en torno al mundo alucinante de Efrén Hernández, la habilidad de Sergio Galindo, la frescura de Emilio Carballido, entre otros, forman parte de los varios ensayos en torno a la literatura en nuestro idioma, donde analiza las motivaciones de la novelística actual.