Los últimos cantos entristecen
En el apogeo de su decadencia
la nación hiere montes, ríos;
los hombres y mujeres olvidan
la primavera.
Es inútil regar el presente de lágrimas,
lamentarse por las flores
y extrañar la fugacidad de los pájaros.
Señales de fuego nos consumen;
los hombres cargan días, meses, años,
mientras llegan las mismas cartas
y se escuchan las mismas canciones.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2003. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.