Se dice que quienes se iniciaban en los misterios de Eleusis, en la Grecia antigua, alcanzaban el conocimiento supremo, y todos los secretos del mundo se revelaban ante ellos. La figura central de esa revelación –en la que se concentraban el saber y la vida– era una muchacha indecible. Cualquiera que tuviese la fortuna de contemplarla, alcanzaría la iluminación que sólo los iniciados conocen, y su vida sería más clara, más elevada, más sencilla. Pero ¿cómo encontrarla?, ¿cuál era su forma?, ¿qué nombre tenía? En este libro, Giorgio Agamben –quizá el mejor filósofo de nuestro tiempo– y Monica Ferrando –una de las artistas contemporáneas más importantes– tratan de respondernos a esas preguntas mediante un hermoso diálogo entre las palabras y las imágenes, un diálogo que interroga y que recorre los misterios de Eleusis, el mito de Kore-Perséfone, su rapto en los campos de Sicilia, su estancia en la oscura tierra de Hades, la búsqueda y desdicha de Deméter, la risa obscena de Baubo, la vuelta de Kore a la tierra de los dioses y, finalmente, la dicha del reencuentro con su madre y con la luz. Leer este libro es adentrarse, de la mano de Agamben y Ferrando, en un proceso de iniciación. Pero ¿una iniciación a qué? No se trata de una doctrina secreta de la cual no podamos hablar, sino de la vida misma y de la ausencia de misterio. Porque, al cerrar este libro, habremos aprendido que en el mundo no hay nada que se oculte ante nosotros, y que toda la belleza a la que podemos aspirar se concentra en la figura de una muchacha indecible. Y, al menos durante la lectura –durante los instantes de nuestra iniciación–, la felicidad y la bienaventuranza se instalarán en nuestra vida.