La muerte es un silencio que no acalla las voces del espíritu o tal vez la muerte misma sea una voz que no queremos escuchar. Otra vez el silencio es una muestra de situaciones en las que esas voces se apagan para volver a encenderse en otras dimensiones. Hablar consigo mismo en un diálogo circular, despierto, dormido o viajando en la cola de cualquier sustancia, es volver a un silencio sin callar. Es la voz que calla, no es el alma quien deja de hablar. Otra vez el silencio es la pausa que toma la vida, es tan solo un suspiro que anima el aliento, es un punto que une y que quiebra lo que se tiene por real.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2009. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.