Sólo aquellos que tienen la conciencia de los hechos sin reglas ni límites, son capaces de transmitir la belleza del placer mórbido a través de una curación dilacerada; sublimando el sabor de la sangre al sentir penetrar en sus entrañas las cortantes palabras de bisturí. Eso porque las palabras hacen parte de la esencia humana, con ellas nos acercamos al otro, con ganancias y pérdidas, promoviendo así, nuestras propias elecciones en el viaje terrenal. En su libro, Esmeralda ha conseguido transmitir esa experiencia que podrá ser dolorosa, pero también maravillosa; ya que identifica la esencia humana en su dualismo de debilidad y fuerza.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2010. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
