Asesinatos legendarios, salteadores de caminos, abusos de poder, ultrajes, plagios, magnicidios, asesinos seriales, espectáculos dantescos dignos de circo romano, infanticidios, parricidios, mujeres que matan a sus maridos, esposos celosos que martirizan a sus mujeres, violadores, funcionarios corruptos, cárceles plagadas de chinches, plagas que arrasan con la población, manifestaciones populares reprimidas, prostitución y tráfico de drogas, hombres que <<paren perros>>, gatos que se convierten en demonios y toda clase de noticias curiosas y sensacionalistas que pintan de una pieza al México de XIX, retrato grotesco de una sociedad que quizá no ha cambiado tanto en más de dos siglos de vida independiente.
Agustín Sánchez González hace un importante recuento de las catásfrofes cotidianas, pero también de algunos hechos que son ya parte de las leyendas urbanas de México.
Bernardo Esquinca