Cuando alguien busca alguna cosa, se dice que la persigue, o que va en pos de ella; también, que va tras ella, o que anda detrás de ella. Es en este doble sentido de buscar y desear como puede decirse que un poeta, un traductor y un lexicógrafo andan detrás de las palabras. No sólo eso. Aparte de andar tras ellas, miran detrás de ellas, como quien se asoma a ver lo que hay más allá del telón de fondo: poleas, palancas, cuerdas, engranajes y trampas: la tramoya.
Los ensayos de este libro van detrás de las palabras en estos dos sentidos: las siguen, las persiguen y escudriñan su tramoya. Pero no lo hacen desde fuera. Reflexionan sobre algunos aspectos de la lengua desde el punto de vista de alguien que se dedica a ella por oficio; esto es, desde la perspectiva del traductor y la del lexicógrafo, aunque también la del poeta. No tienen la intención de exponer una teoría sino la de expresar algunas de las ideas que se le ocurren a un oficial mientras practica su oficio. Son pues testimonio de una experiencia y se atienen a aquello decía T.S. Eliot que debía ser la crítica de poesía: un esclarecimiento de ciertas técnicas del oficio.