Nietzsche notaba los mundos encontrados que constituyen la condición humana. En nosotros se contiene la dualidad que permite inventar lo circundante. Seres agónicos, vivimos en constante disputa con lo otro. Veo En otredad guerrera esta tensión. El conjunto de textos poéticos de Yolanda Gómez Fuentes, evoca atisbo a Borges, sentido trastocado, la guerrera y cautiva. En ellos está la condición femenina cuya voz universaliza la tensión entre lo apolíneo y lo dionisíaco: ménedas, amazonas, esfinges, transgresoras. Seres mitológicos que, paradójicamente, vehiculan un discurso de la modernidad. La condición agónica se percibe en el ritmo del poemario Comienza guiñando seres mitológicos que confrontan desde su propio mundo; deviene incertidumbre de la propia culpa; culmina en ojeadas bíblicas que conducen al re-conocimiento. Planteamiento, conflicto y desenlace. En otredad guerrera construye la alteridad como sí misma. Se desdobla una voz que no es ajena. Poesía, al fin, explora los muchos mundos que se originan del sujeto en conflicto.