Asediados por la despiadada visión de su autora, construidos con una prosa vibrante de ironía, los hombres y mujeres que protagonizan Los otros hacen lo posible por sobrevivir mientras arrastran el peso de su alcoholismo u homosexualidad, de su eterna mala suerte, de sus incesantes accesos de demencia, de su tendencia a la obesidad, de su adicción al sexo, de sus fobias, su fanatismo o sus culpas. Y ya sea que sus esfuerzos desemboquen en un poco de alivio para sus tristes existencias o, por el contrario, en la resignación a un destino adverso, compartir los dilemas de los personajes creados por el imaginario de Claudia Guillén representa una experiencia semejante a la de contemplar el reflejo de nuestros propios rasgos, acaso un tanto distorsionados por la ternura o por la risa.