En la poesía de Mendoza Palomar el espacio hogareño se abre de modo entrañable, como un puente desde donde se percibe el universo, un patio se torna río de luz y sus transformaciones son compartidas por una niña y una anciana, quienes se unirán, para trascender a la muerte misma, al volcar en un ave el recuerdo y la presencia que las mantendrá juntas la vida. La autora, originaria de Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán, publicó antes de éste, el libro de relatos De sol y niebla (2001) y el poemario El sol de la noche (2003).
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2004. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.