Desde el inicio de nuestra historia como nación independiente, la agenda de la transformación democrática ha estado cargada de problemas tan complejos como urgentes de resolver. Los obstáculos para llevar a cabo los cambios necesarios han resultado formidables. Entre ellos destacan los intereses creados y una cultura política en la que dominan fuertes rasgos conservadores: ambos han jugado una y otra vez a favor de la contención del cambio.
Esta obra se propone explorar algunas de las razones por las cuales, en el tránsito de un siglo a otro, no ha cristalizado el gran potencial de cambio en las estructuras de poder en México. Y es que lo que sustituyó al arraigado autoritarismo priista no fue precisamente una democracia sin adjetivos, sino un sistema mixto, algo que contiene elementos propios de dos conceptos contradictorios: autoritarismo y democracia.
En suma, a partir de una serie de reflexiones de gran alcance, en este libro Lorenzo Meyer invita al lector interesado a adentrarse en los grandes dilemas políticos de nuestro tiempo, así como a tomar decisiones cruciales como ciudadano.