Ema Galán, una joven de San Miguel de Allende, solo puede hablar de los temas que más le importan, y de los secretos que guarda, con su prima Doloritas que vive en la ciudad de México. Es el siglo de la Independencia y presa entre las cuatro paredes de su provincia, Ema le escribe a su idolatrada prima, comenta las noticias del pueblo, transcribe alguna receta de cocina, confiesa sus amores y sus desamores, opina de política y nos relata a la sociedad de su época, una población con marcadas desigualdades que lo mismo festeja el paso de Juárez que el de Maximiliano un año después.
Las cartas de Ema Galán no es solamente el testimonio de una vida, sino también el ajuste de cuentas ante la memoria y el tiempo: leer estas cartas un siglo después es pensar en ese país, esos secretos, aquella gente.