Transparente como su título este nuevo ejemplo de la poesía de Ethel Krauze es desembocadura del largo aliento al que nos viene acostumbrando a partir de Juan (1994), Houston (1996), Amoreto (1999), Bajo el agua (2002), Inevitable(2010), y La otra Ilíada (2016). Un tema, un ritmo, una propuesta, una tradición, una transgresión.
Lo que su cuerpo me provoca es el itinerario del deseo de una mujer por el cuerpo de su marido. Con las palabras necesarias al servicio de esta apuesta que nunca sale de su dimensión estética, pero trasciende los límites habituales de la voz, femenina para usar la lengua en toda su potencia.
La poesía de Ethel Krauze es siempre un cabalgar, un ritmo incesante, una invitación, una exclamación. Aquí nos lleva con los cinco sentidos a la seducción del cuerpo masculino. Qué se siente ser una mujer agradecida con Dios por haberle regalado el frenesí para decir que sí. Sí, sí quiero, sí me gusta, Sí, de nuevo. Qué se siente poder gritarle al mundo: ¡Qué bueno que tengo ojos, nariz y boca para mirar, oler, morder todo lo que tu cuerpo me provoca! Con un preludio "Para entrar en calor", cincuenta pulsaciones y un epílogo "Para nunca salir", este libro es infaltable para tomar aire y entrar, bajo su propio riesgo.