¡Ay, tanto México y no podérselo comer!, gritan de contento por todos los entornos de nuestro precioso país. Y es que como México no hay dos, y lea por qué: nadie puede negarse a disfrutar del delicioso maíz y sus múltiples usos, como los tamalitos, las tortillas con chile y carne, los chilaquiles, un pozolazo, un sabroso atole… O que me dice de un chocolatito, de unos frijolitos, un picoso chile de molcajete, unos nopalitos, una barbacoa, un chicharrón, unos chapulines, o un pulque, un tepache, o un tequila…
Además de estas probaditas, en México y sus tradiciones usted revivirá nuestros ritos y hábitos. Descubrirá las bellas costumbres que aún socorren a nuestra nación: las ferias de pueblo, los compadrazgos, los paseos por Xochimilco, los mariachis, los antiguos juguetes y juegos con que se entretenían nuestros padres, las piñatas con sus posadas, el año nuevo, los reyes magos… entre muchas otras festividades que nos hemos inventado.