¿Y qué querían? ¿que se contentara sólo con retratarnos musicalmente a los mexicanos? ¿que lo recordáramos nada más como padre de un centenar de trovas humorísticas?
Estos Relatos de mi barrio son una sabrosa prueba de que Chava Flores merece asimismo el título de escritor. Su testimonio autobiográfico; su punzante ironía sobre las tribulaciones de un compositor, calcadas de amargas experiencias propias en el medio autoral; sus memorias de tiempos infantiles en una vecindad de la ciudad de México, donde desfilan personajes de carne y hueso que después incorporaría a sus canciones: todo ello más otros libros por ahora inéditos, lo pintan también como un gran cronista literario.
En una de sus composiciones menos conocidas vaticinó: “Un buen día voy morir y nada he de dejar, ¡ay, pobrecito de mi!”; para fortuna suya –y nuestra- resulto un mal profeta
