En pocas obras de escritores mexicanos se advierte tanto como en la de Vicente Leñero la propensión totalizadora que anida en la mejor ficción: esa voracidad con que pretende tragarse el mundo. La historia presente y pasada, las más grotescas experiencias del circo humano, las voces más contradictorias y transmutarlas en literatura. Ese apetito descomunal de oírlo todo, de abrazar la vida entera en una fina narración o en un valiente testimonio periodístico, tan infrecuentes en un medio donde más bien imperan el susurro y la timidez.
El centro de este libro son pláticas que tuvimos un grupo de amigos que nos reconocíamos a partir de nuestra misma fe en Jesucristo. Estela Franco su mujer y gestora de estos encuentros, convocó a 6 matrimonios para compartir nuestra experiencia. Se incluyen además testimonios de otros entrañables amigos con los que Vicente estuvo muy unido, y con quienes también compartió sus experiencias profesionales y espirituales.