Ante el cine nos percibimos desnudos e intentamos cubrirnos con la frazada del otro no tanto para cobijarnos sino para exhibir lo que no nos gusta de nosotros por medio de ese otro. El cine es polvo, limadura que se posterga en los párpados lastimando el recuerdo que huye como encrespada jauría que en vano pretende escapar de la luz de la luna temiendo transformar en humano.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.