José Rafael Blengio Pinto escribe desde el exilio. ¿De cuál exilio? De los muchos exilios que el poeta tiene: está exiliado no importa si por voluntad u obligado por las circunstancia de la patria chica, de la materia; está exiliado de la infancia, de Dios, del amor, del deseo; está exiliado de un pasado que a los ojos de todos "fue mejor". Este es el tema principal del segmento presente de su obra: todos somos exiliados de la tierra, del espacio de lo que se fue y no vendrá o vendrá sólo en la memoria.
José Rafael Blengio Pinto nació en Hecelchakán, Campeche en 1935. Cursó estudios primarios y preparatorios en la ciudad de Campeche. De 1954 a 1987 vivió en la ciudad de México, en donde realizó estudios en el Conservatorio Nacional de Música (1955-1958 y 1965-1968). Se tituló de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la UNAM (1965). Tuvo actividad profesional en la música a partir de 1955 como integrante de diversos grupos como los Violines de Villafontana (hasta 1994). En el terreno de la música de concierto en 1957 formó parte del grupo Berlioz de compositores jóvenes con Eduardo Mata y José Antonio Alcaraz, y fue violinista recitalista en diversas ciudades.
Participó en talleres literarios con Juan Bañuelos, Carlos Illescas y Enrique González Rojo. Perteneció, asimismo, a varios grupos literarios. Tiene como poeta varios reconocimientos: Fundación Givré, Buenos Aires (1979); Revista Mairena, Puerto Rico (1981); Juegos Florales de Ciudad del Carmen (1983). Su producción poética incluye los títulos: Testimonios para el día de la ira (1982), Declinación de mundo (1992), Envíos a la tierra (1993), Viento del Getsemaní (2001) y Sonetos (1957-2007), este último publicado en esta misma editorial.
Desde 1987 reside en Querétaro, ciudad en la que es docente de la Universidad Autónoma de Querétaro y participante en diversas actividades culturales.