Voces de la estepa divina es un estudio histórico-lingüístico que consta de dos partes: la primera es analítica y se refiere a la trayectoria histórica del nombre de "México-Tenochtitlan" de la ciudad capital, señalándolo como el auténtico. La segunda es de carácter analógico y estudia la imaginería de los nombres de lenguas indígenas provenientes del territorio mexicano para denominar a la metrópoli. Muchos son utilizados aún hoy en día. Las imágenes de estos nombres conforman una recreación del lugar inicial y en conjunto nos dan un panorama del crecimiento del poblado hasta que llegó a convertirse en la importante urbe de épocas prehispánicas. Esta segunda parte se aborda desde la perspectiva de la Simbología y la cultura nahua, así como de la Simbología occidental, lo que es posible porque las imágenes contienen arquetipos universales.
El libro unifica al territorio mexicano indígena a través de la visión que cada pueblo y etnia tenía acerca de la ciudad capital desde épocas remotas; en él, las imágenes contienen un sentido más allá des descriptivo lugar. Es un aporte al estudio de la identidad de la capital y del mexicano, un esfuerzo encaminado a la conservación de las raíces indígenas del país. Su título proviene de uno de los nombres de la ciudad de México en huasteco, Tanlabton, "La Estepa Divina", el cual, a su vez, es el nombre del poema que la autora elaboró con los múltiples nombres indígenas y su traducción al castellano.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2009. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.