Si las armas del realismo sucio siguen siendo la honestidad, el atrevimiento ante las palabras y la contundencia estética, debemos celebrarlo, pues de todo ello Vergara Trujillo parece tener un arsenal.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.