La construcción de esta "novela residual" tuvo como detonante una video-instalación llamada 'La convocatoria', de la artista mexicana Laura Castro, que consistía en solicitar sexo mediante una serie de cláusulas que invitaban a hombres a tener relaciones con ella. En Tanuki y las ranas Cortés explora los límites del deseo como regulación del carácter, y a sus extremos en la animalidad no moral que opera mediante pulsiones e instinto. Hay vertidas también otras obsesiones del autor, como los territorios relacionales en el arte, o los comportamientos acéfalos como contraparte de la razón.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
