Lo más interesante del teatro es la tendencia que tiene a evolucionar. De entre los textos que concursaron en el Tercer Premio Independiente de Joven Dramaturgia de Ediciones TeatroSinParedes, destacaría la necesidad de búsqueda. Una voluntad inconforme, que quiere romper con las reglas para encontrar un medio de expresión propia. El jurado, integrado por Fernanda del Monte y Diego Álvarez Robledo, decidió conceder un empate en el primer lugar a las obras La conciencia todavía incierta de un futuro común, de Luis Eduardo Yee (D. F.), y a Hastío, de Jaime Bañuelos (Aguascalientes). La tercera pieza que integra este volumen, Mirraccio, de Fernanda Bada (Veracruz), obtuvo la única mención de honor.
Tiene ahora en sus manos un compendio anual que expresa, apenas como el segmento de un amplísimo mural, las inquietudes de la más joven camada de escritores para la escena del país, entre las cuales campan soterradas conspiraciones, la normalización de las desapariciones como motor del comercio local, y las comunidades que se desintegran y extinguen, alentando la migración a los entornos urbanos.
La suma de estas voces nos ofrece el registro de un imaginario que para cristalizar sus visiones acude a procesos distorsivos (lo fantástico que deriva en grotesco), a los desarrollos interiores de personajes que se bifurcan, y a una puesta en página que prefigura, como un desafío más que como un dictado, la puesta en espacio a partir del arreglo tipográfico y las viñetas, ampliando los alcances del texto como un mapa de experiencias e interacciones posibles y no sólo como el sedimento de la literatura.